Pérdida de olfato y COVID-19: Qué sabemos, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Como ya casi todo el mundo sabrá, el SARS-CoV-2 es un tipo de coronavirus que afecta a las personas y es el responsable de la COVID-19. Esta enfermedad se caracteriza por una serie de problemas respiratorios, en su mayoría con sintomatología leve (el 80% de los casos). En ocasiones, estos síntomas respiratorios vienen acompañados de otras afectaciones. En concreto, según los últimos estudios, hasta un 88% de los pacientes con COVID-19 presentan una pérdida del olfato y del gusto. La mayoría de estos pacientes (80%) recuperará el olfato y el gusto de forma espontánea con el paso del tiempo. Para aquellos que no recuperan el olfato o que no lo hacen en su totalidad, ahora mismo solo existe una opción, el entrenamiento olfatorio.

“Los últimos estudios multicéntricos europeos demuestran que entorno al 88% de los pacientes con COVID-19 presentan una pérdida del olfato”

SINTOMAS RESPIRATORIOS DE LA COVID-19 Y PÉRDIDA DE OLFATO

Existen una serie de síntomas de la COVID-19 que ya son conocidos por la gran mayoría: fiebre, tos, neumonía, dificultad respiratoria baja, rinorrea, obstrucción nasal, deterioro respiratorio… Los pacientes que llegan a presentar deterioro a nivel pulmonar, pueden incluso precisar de ingreso en la UCI. Existe otro síntoma que tiene una afectación importante en la calidad de vida de los pacientes y que se presenta en un gran número de casos: la pérdida del olfato y del gusto. Pueden producirse por separado o ambos a la vez, pero el más importante es la anosmia o pérdida total del olfato.

INCIDENCIA DE LA PÉRDIDA DEL OLFATO EN PACIENTES CON COVID-19

Según nuestra experiencia, podemos afirmar que la mayoría de los pacientes COVID-19 pierden tanto el olfato como el gusto. Se ha visto que, en algunos casos (el 10%), la hiposmia o pérdida parcial del olfato empieza incluso antes que los síntomas generales.

Según los estudios realizados en China, entre el 5 y el 7% de los pacientes COVID-19, presentaban una pérdida del olfato. Sin embargo, los últimos estudios multicéntricos europeos demuestran que el porcentaje de pacientes COVID-19 que, en mayor o menor grado, sufren pérdida del olfato y/o del gusto está en torno al 88%

CAUSAS DE LA PÉRDIDA DE OLFATO O ANOSMIA

La pérdida de olfato o anosmia no sólo puede producirse por la COVID-19, puede provocarla diversas causas. Por un lado, la causa más frecuente de pérdida de olfato son las infecciones virales del sistema respiratorio superior: resfriado común, sinusitis, bronquitis, etc. Otra causa común de anosmia es la inflamación crónica de la nariz y los senos paranasales: rinitis alérgica, rinosinusitis crónica,… Finalmente, la última causa de pérdida del olfato es el traumatismo craneoencefálico, que produce un importante daño al neuroepitelio y al bulbo olfatorio.

GRADOS DE LA PÉRDIDA DE OLFATO

La pérdida de olfato puede medirse en función de su gravedad. La escala para medirla va del 0 al 10. Del 0 al 3 se considera una pérdida de olfato leve; del 3 al 7, moderada; y del 7 al 10, una pérdida del olfato grave.

Las alteraciones del olfato leves o moderadas (del 0 al 7) las conocemos como hiposmia. Una pérdida del olfato grave o total (del 7 al 10) se conoce como anosmia.

“Los pacientes COVID-19 presentan directamente una pérdida de olfato grave o anosmia”

RECUPERACIÓN TRAS LA PÉRDIDA DE OLFATO POR COVID-19

En los pacientes afectos de COVID-19 se ha visto que, 1 de cada 5 recupera el olfato a la semana de empezar con los síntomas de la enfermedad. Una tercera parte lo recupera en un periodo de entre una y dos semanas. Finalmente, 1 de cada 5 tardará de dos a cuatro semanas en recuperar el olfato tras la COVID-19.

La mayoría de los pacientes (el 80%) que han perdido el olfato por la COVID-19 se recupera en un tiempo máximo de un mes. Sin embargo, siguen teniendo un ligero porcentaje de pérdida de olfato o hiposmia. A este tipo de pérdida de olfato le llamamos “a largo plazo”. Por el momento, no tenemos información de la evolución a largo plazo, más allá en el tiempo. Tenemos que seguir a estos pacientes, para ver la evolución de la pérdida de olfato y para saber si los tratamientos de acompañamiento que estamos aplicando surten el efecto deseado.

“La mayoría de los pacientes que han perdido el olfato por la COVID-19 se recupera al cabo de un mes, como máximo. Sin embargo, siguen presentando una ligera hiposmia”

¿EXISTE UN TRATAMIENTO PARA LA PÉRDIDA DE OLFATO POR COVID-19?

Ahora mismo no disponemos de ningún tratamiento médico para la pérdida de olfato provocada por la COVID-19. Estamos manejando solo la curación espontánea con el tiempo. Ahora bien, si nos basamos en nuestra experiencia con la anosmia post-viral, disponemos de herramientas que pueden ayudar a estos pacientes a recuperar la capacidad olfativa.

DIAGNÓSTICO DE LA PÉRDIDA DE OLFATO TRAS COVID-19

Los pacientes que han tenido una pérdida de olfato con la COVID-19 deben someterse a una olfatometría para cuantificar la pérdida de olfato y ver la capacidad que les queda. La olfatometría es un test que permite medir la capacidad olfativa y, por lo tanto, la pérdida de olfato. Consiste en una prueba en la que, el paciente, debe detectar, identificar y recordar una serie de olores. En función de sus respuestas, y comparando el resultado con la media nacional, se establece un score que define el nivel de hiposmia (leve, moderada, grave) o anosmia.

Actualmente, en fase aguda de la infección, aun no se puede llevar a cabo olfatometrías entre pacientes COVID-19. Por un lado, por el riesgo de contaminación de los olores y, por el otro, por el riesgo de transmisión de la enfermedad. Por este motivo, debemos esperar para ver cómo van a evolucionar estos pacientes, para aplicarles el único tipo de tratamiento que existe en la actualidad, el entrenamiento olfatorio o training olfatorio. 

¿EN QUÉ CONSISTE EL ENTRENAMIENTO OLFATORIO?

El entrenamiento olfatorio consiste en una serie de ejercicios para enseñar volver a reconocer los olores a un paciente que ha sufrido una pérdida de olfato. Mediante una selección de olores reconocibles, asociados a imágenes directas, el paciente entrena su olfato y su memoria olfativa. El funcionamiento se basa en la capacidad cerebral para identificar los olores, almacenarlos y recordarlos, relacionándolos con la vista y el oído. Por ejemplo, un perfumista, un enólogo o un catador de cerveza tienen una capacidad para reconocer y recordar olores muy superior a la media de la población. Eso es así, sobretodo, por que tienen el olfato muy entrenado. El principio es el mismo.

El entrenamiento olfatorio debe realizarse dos veces al día (mañana y tarde) durante, al menos, tres meses. Pasado este tiempo, se realiza una nueva olfatometría, para ver qué grado de beneficio de ha dado este training. Si el paciente no muestra una recuperación del olfato, se puede seguir con el entrenamiento.

“En la experiencia que tenemos del tratamiento la anosmia post- viral, uno de cada tres pacientes anósmicos recuperan el olfato tras un entrenamiento olfatorio de seis meses”

¿QUÉ DEBO HACER SI HE PERDIDO EL OLFATO Y EL GUSTO?

Si has padecido la COVID-19, has sufrido una pérdida del olfato y del gusto, lo primero que debes hacer es esperar a estar curado de la enfermedad. Si, una vez pasada la COVID-19, no recuperas el olfato, tienes que visitarte y someterte a una exploración en profundidad. Llegados a ese caso, te harán una endoscopia nasal; para asegurar que, asociado a la pérdida de olfato, no haya una alteración endonasal. Una vez descartada, te harán una resonancia del bulbo olfatorio; para ver si hay atrofia del mismo. A continuación, te harán una olfatometría. En barnaclínic+ contamos con una olfatometría de 8 olores, que nos ofrece un resultado muy esclarecedor de la capacidad olfativa y nos ayuda a ofrecer el tratamiento adecuado para cada caso.

Con el resultado de todas estas pruebas, y una vez descartadas las lesiones endonasales, se podrá iniciar el entrenamiento olfativo.

Fuente: http://www.barnaclinic.com/blog/orl/perdida-de-olfato-covid-19/